LA TABERNA DE LA GRABIELA (PROFESIÓN EXTINGUIDA)


La microhistoria es una rama de la historiografía reciente que analiza los pequeños acontecimientos, personajes cotidianos, usos, costumbres, etc. Ayuda a que la gente que normalmente no presta interés por la Historia, lo haga desde lo local y cotidiano. Este es el segundo trabajo en muy pocas semanas de Ángel Carrero que estamos encantados de difundir 


LA TABERNA DE LA GRABIELA (PROFESIÓN EXTINGUIDA)

Ángel CARRERO GALLEGO DE LA SACRISTANA

Alumno del Taller de Historia Local de Herencia

Origen de la taberna, ¡vaya usted a saber! Dicen, y está escrito que 500 años antes de poner Dios los pies en la tierra. Ya son años, ¡eh!

En España, la taberna nació en ciudades de cultura romana; ya nos vamos acercando a nuestra época.
Definición de Taberna: Local público, generalmente modesto, en que se venden y consumen vino y a veces bebidas especialmente alcohólicas, y algunas veces también comidas.
A mi corto entender y que me perdonen lo que voy a escribir, dicha definición queda un poco vacía en su contenido, yo añadiría:
Mentidero local para unos, lugar de descanso para otros y para muchos, sitio donde enjuagarse. Como el que se enjuaga algo traga, al enjuagarse muchas veces se creaba un ambiente de jolgorio, donde se tatareaban canciones de varios estilos y eso terminaba,… ¿cómo terminaba? que, algunos les venía estrecho el portón para salir.
No todo era beber, había quién sabía hasta donde llegar, era lugar de tertulia amena, se hablaba de todo e incluso era local de agencia de la propiedad inmobiliaria, se hacían tratos, de esos que no era preciso escribir y que con un simple apretón de manos, lo dicho iba a misa.
Herencia, seguro que tendría un censo de bastantes tabernas, yo voy a enumerar las que he conocido y otras que me han chivado:

• Alejandro Ortiz Caballero el botero. Calle Mesones, hoy nº 26
• Cavila (Juan-Antonio Díaz-Meco Fdez-AmaroCalle Tintoreros
• La Gabriela. Avda. Labradora nº 10
• Leodoro (Pedro-José Fdez-Montes M. Manzanaro). Calle Tintoreros
• Joselín (José Díaz-Pacheco). Calle Concepción
• Pela espigas (Gabriel y José-María). Plaza. del Sol y Plaza. Cervantes
• Perico. Callejuela San José

Se da la curiosidad, de que ninguna taberna tuvo rótulo que la identificara, a excepción de José Díaz-Pacheco, que en la fachada y en la parte superior de la puerta de entrada, tuvo la atención de poner una tabla pintada de rojo carruaje, en la que con letras negras se leía Taberna Joselín. Tampoco tuvieron rótulo los despachos de vino, pero se identificaban atando un escobón (1) a la reja de una ventana de la casa.
¿Por qué he elegido Gabriela? Por una razón muy sencilla que salta a la vista, por ser mujer en este oficio.

Tabernera de Herencia

Gabriela Fernández-Paniagua Bolaños (03/10/1903 – 30/09/1976) hija de Joaquín y de Carmen.
Es la primera hija, de tres que hubo en el matrimonio y la segunda en el número orden de cuatro nacidos, el primero fue varón.
Gabriela, mujer de medias carnes, no tardómucho en trabajar en la Taberna con su madre, ésta adivinaba o preveía que su hija por la minusvalía de su lado izquierdo no se casaría, motivo por el cual, le cedió el negocio para que le sirviese de medio de vida.
Como otros muchos, la paisana desde que nació hasta su fallecimiento tuvo tres domicilios distintos, siempre sin cambiar de sitio: Vivió en una casa situada de solana aproximadamente al comedio de la calle Pablo Iglesias nº 38 (2) (hoy avenida de la Labradora), al lustro siguiente calle Juan Coto, nº 32 (3) y más tarde, hasta hoy Avda. Labradora nº 10 (4).
De dicha casa, los dos tercios de su lado derecho eran de una sola planta, en el centro de esa fachada un portón con una única hoja protegida de pintura marrón. En verano dicho portón quedaba escondido tras una cortina de lona, y a su derecha había una ventana; el tercio restante era de dos plantas, con ventana en su centro de fachada.
Todo el conjunto enjalbegado de blanco con un contorno de color azul, como debe ser en esta zona, lo demás, es mear fuera del tiesto.

Nada más entrar, en frente un gran patio con su pozo a la izquierda, a la derecha y sorteando el portón estaba la entrada a la Taberna, habitación espaciosa con una ventana a la calle; en la referida ventana se ataban las bestias que esperaban un rato, hasta que su amo se enjuagaba, en algunas ocasiones, el rato se prolongaba hasta el mediodía.
Dentro del recinto a la derecha, un espacio parcialmente vallado, por un muro de mampostería de poco más de un metro de alto y cubierto por una losa de piedra artificial, lo que se conoce como barra.
El mobiliario era sencillo, nada de formica, nada metálico y ausente de plástico, sólo enea y madera. Para sentarse una pequeña banca situada frente a la barra, no más de cuatro sillas, dos serijos y otro par de banquetas de madera, que estaban debajo la banca por si era menester usarlas.
Siguiendo con el mobiliario, doy cuenta de una mesa de madera con su hule de cuadros azules y blancos, donde posaban dos garrafas de vino de distinto color, una jarra blanca de porcelana – quizá con algún caliche – y un trapo en el hombro de una garrafa, con el cual Gabriela limpiaba el poco vino que se derramaba. Los clientes, la mayoría se limpiaban con el moquero o con el pico de la blusa.
Al menos había dos chineros (5) con distintos basares, adornados con paños ribeteados con puntilla. Dichos basares estaban ocupados por botellas…, aguardiente, anís en sus dos gustos –dulce y seco–, mistela y se acabó. Todas las botellas con tapón de corcho, algunas de las botellas tenían un tono opaco, como de haber sido rellenadas varias veces, sobre todo la mistela. La cerveza brillaba por su ausencia.
Otros basares estaban ocupados por el vedriao, varios vasos, unas copas, cazuelillas, pocos platos, una alcuza o aceitera, y una vasija con sal. En el pico de un basar había una palmatoria con un cabo de vela, por si se daba el caso de que se fuese la luz. La Gabriela muy prevenida ponía en la peana de la palmatoria una caja de velillas.
Algunos clientes:
• Abelardo Díaz-Meco Carrasco………………………….corredor
• Agustín Magro García-Mascaraque..…………………. albañil
• Aigulfo García-Miguel López-Sepúlveda………… panadero
• Alejandro……………………………………………………. el porteño
• Antonio Abengoza Martín-Buitrago……………… conductor
• Ataulfo González-Román Villarreal…………conserje casino
• Camilo López-Serrano García-Miguel…………… hortelano
• Cesáreo Fernández Amado.…………………policía municipal
• Claro Martín-Buitrago y Mora ……………………………..el perulo
• Gabriel García-Miguel…………………………… el de banderas
• Jesús Molina-Prados………………………………………… albañil
• Juan de Dios Corrales Martín –roque– …………… hortelano
• Juan-Ramón Alameda–bocarrana– …………………..corredor
• José-Antonio Díaz-Meco López de la Oliva…… chatarrista
• Librao Rodriguez……………………………………………… pocero
• Manuel Sánchez del Collado Rodríguez………… empleado
• Manuel Gómez-Calcerrada –el veinte– ………… panadero
• Manuel Molina-Prados Jiménez-Ortiz ………… el pellejero
• Pedro Barrajón………………………………………el de la Benilde
• Pedro López-Serrano Tajuelo –garrones– …… hortelano
• Ramón Fernández de Quero……………………… el molinero
• Ramón Reinosa ……………………………………………….. pocero
• Rufo-Alberto Tajuelo Mora………………………….. hortelano
• Trifón García-Escribano ………………………………… herrero
• Valerio Fontecha………………………………………… corredor
Casi todos los relacionados y otros muchos pendientes, fueron afines al Sindicato de la Vid.
Gabriela también tenía las puertas abiertas a clientes de pueblos limítrofes, que venían a vender cerdos para cebar, habichuelas/os, leña, patatas, uvas etc., etc.
Al final de la definición de taberna dice, y algunas veces también comidas. Este final, Gabriela nunca lo practicó, si bien es cierto, que a sus clientes les ofrecía una cazuelilla o plato; pues allí se degustaban los primeros tomates que Rufo-Alberto sacaba de su huerta del Santo.
Para Antonio Abengoza era un delirio, ver sacar de entre la faja unos tomates que iban a ser cuarteados en unos platos, que a veces no daba tiempo a sazonarlos con sal y aceite cuando ya habían pasado por el carril de los garbanzos. Otros llevaban unos puñaos de habas “tiernecicas” que les sacaban los chochos –las cosas por su nombre– que mojados en sal era un manjar.
Vicente “el de la fábrica”, decía a los clientes de la Gabriela, ya vais ya vais, a lo que Pedro garrones contestó, como tú te afeitas en casa, no sabemos las aguas que te das.

Este escrito ha sido posible gracias a la colaboración de CONCEPCIÓN FERNÁNDEZ-PANIAGUA JERÉZ, sobrina de Gabriela y de CAMILO LÓPEZ-SERRANO FERNÁNDEZ-CAÑADAS.
REFRANES:
Los Curas y Taberneros son de la misma opinión
cuantos más bautizos hacen, más dinero va al cajón.
-o0o-
Al trabajo no voy, porque estoy cojo, pero a la taberna poquito a poco.
-o0o-

Herencia (Miércoles de Ceniza), 18 de febrero de 2015

Notas:

[1] Resto inservible de una escoba.

[2] Padrón municipal 1930.- Sección 3ª

[3] Padrón municipal 1935.- Sección 2ª Folio 18 vuelto

[4] Padrón municipal 1970

[5] Basares en un hueco de pared.

Deja tu comentario